A partir de tres idénticos cubos de madera surge una composición pensada para una buena protección frente a los agentes climáticos, una clara división de espacios intímo-común y una relación muy estrecha con el exterior y el usuario. Formando una casa sencilla ajustada a las necesidades de una mujer que ha hecho de su pasión, el yoga, su trabajo.

Para aprovechar el espacio y diferenciar las acciones sin dejar de lado el concepto del proyecto, una vivienda diáfana, se ha decidido crear distintos niveles que en su interior se aprovechan como almacenaje. Acompañado de materiales y formas naturales para proporcionar una experiencia calmada.